De las primeras cosas que aprendemos de pequeños son los colores primarios y las formas básicas. Pues bien, la asociación de rojo, amarillo y azul con cuadrado, triángulo y círculo respectivamente fue el punto de partida de la Bauhaus, y por tanto del Movimiento Moderno. Es algo tan sencillo como hacer que elementos simples sean funcionales, ya se trate de una cafetera, una silla o un edificio.
Vasili Kandinsky, correlación entre los tres colores primarios
amarillo, rojo y azul, y los volúmenes elementales,
publicada en Bauhaus 1919-1923
amarillo, rojo y azul, y los volúmenes elementales,
publicada en Bauhaus 1919-1923
Hoy en día Bauhaus es sinónimo de lo mismo que hace casi 100 años: simplicidad, funcionalidad y modernidad. ¿Pero, que es exactamente la Bauhaus?
La Bauhaus fue una escuela de artesanía, diseño, arte y arquitectura fundada en 1919 por Walter Gropius en Weimar, Alemania. La idea era volver a las raíces del trabajo creativo y acercar a artesanos y artistas, que en aquel tiempo tenían estatus sociales muy diferentes.
Sede de la Bauhaus en Dessau
Vista del taller de alfarería de la Bauhaus
ubicado en el establo del Castillo Dornburger (1923)
Discusión sobre trabajos presentados en el curso preliminar
de Josef Albers (Dessau, 1928-1929)
Es curioso que, a pesar de que Bauhaus, término inventado por Gropius, estuviera formado por las palabras alemanas Bau (construir) y Haus (casa), y de que su propio creador fuera arquitecto, la escuela al principio no albergaba un departamento dedicado a la arquitectura. Sin embargo parece evidente que desde sus orígenes existía un deseo de que dicha disciplina conviviera con el resto de las actividades artísticas. Tanto es así que el Manifiesto de la Bauhaus, escrito por Gropius en abril de 1919, comienza con la siguiente frase:
¡El último fin de toda actividad plástica es la arquitectura!
La tipografía característica del edificio de la Bauhaus
en Dessau fue diseñada por Herbert Bayer
La vivienda de nuestro tiempo, Exposición de construcción (Berlín, 1931).
Vista de la casa expuesta por Ludwig Mies van der Rohe
Casa Klee. Caja de escalera en el piso superior
de la casa del maestro con pintura restaurada
La escuela estableció su sede en tres lugares diferentes a lo largo de su historia, Weimar (1919-1925), Dessau (1925-1932) y Berlín (1932-1934), debido a los problemas de financiación derivados de la delicada situación política que atravesaba Alemania. Por otra parte su organización se llevó a cabo por los tres arquitectos que la dirigieron: Walter Gropius de 1919 a 1927, Hannes Meyer de 1927 a 1930 y Ludwig Mies van de Rohe de 1930 a 1933.
Cartel de la Bauhaus diseñado por László Moholy-Nagy
en la época de Weimar
Logotipo de la Bauhaus de Dessau
Edificio de la Bauhaus en Dessau
diseñado por Walter Gropius
Personalmente creo que la etapa de la escuela Dessau es la más interesante de las tres. La propia forma del edificio de Gropius nos da una idea de la manera en que se concibió la Bauhaus. Profesores y estudiantes vivían en el mismo edificio, de manera que la influencia artística entre unas disciplinas y otras era constante. Ademas no todo era trabajo. Las labores creativas se intercalaban frecuentemente con tiempos de ocio y fiestas que a menudo se improvisaban para celebrar eventos tan dispares como la finalización de un trabajo, el nacimiento del hijo de dos estudiantes, o la concesión de la nacionalidad a un alumno. Todo podía ser objeto de celebraciones en las que se presentaban espontáneamente nuevos diseños elaborados para cada ocasión.
Maqueta del edificio de la Bauhaus proyectado por Walter Gropius
para su sede en Dessau, ciudad donde fue trasladada la escuela en 1925
Entrada a la antigua Bauhaus tras la última remodelación en 2005
con las puertas pintadas de rojo como las originales
Interior de una de las habitaciones para estudiantes en Dessau
Estudiantes en el edificio de la Bauhaus, Dessau, alrededor de 1927
Clase al aire libre de la sección de construcciones
(a la derecha el profesor Alcar Rudelt, alrededor de 1929-1931)
En definitiva, nos gusta la Bauhaus por esa magnífica sensación que le queda a uno después de ver muchas de las aportaciones de esta emblemática escuela, en la que jóvenes sin complejos llegados de diferentes lugares tuvieron la suerte de coincidir para intercambiar ideas, investigar nuevos conceptos, crear diseños absolutamente modernos, y sobre todo disfrutar haciéndolo.
Construcción de los colores en la cuarta dimensión del espacio-tiempo
(Theo van Doesburg, 1924, tinta y guache)
Armario para un dormitorio infantil, de diseñador desconocido (1925)
está estructurado como una obra de arte De Stijl
Tetera de Marianne Brandt, 1924
Lámpara de mesa en su versión de metal
de Wilhelm Wagenfeld y Karl Jacob Jucker
Soporte para taza de té de cristal (Max Krajewski, 1924)
El juego de sillas B9 y el sillón plegable de club B4, aquí reproducción,
formaban parte del programa de muebles diseñados por Breuer en 1925
Marcel Breuer diseñó la famosa silla de cañizo con brazos B64 (1928)
para la empresa Thonet, y el sillón con brazos tapizado en tejido B35 1928-29