sábado, 24 de noviembre de 2012

Escuela de la Bauhaus (1919-1933)

De las primeras cosas que aprendemos de pequeños son los colores primarios y las formas básicas. Pues bien, la asociación de rojo, amarillo y azul con cuadrado, triángulo y círculo respectivamente fue el punto de partida de la Bauhaus, y por tanto del Movimiento Moderno. Es algo tan sencillo como hacer que elementos simples sean funcionales, ya se trate de una cafetera, una silla o un edificio.


Vasili Kandinsky, correlación entre los tres colores primarios
amarillo, rojo y azul, y los volúmenes elementales,
 publicada en Bauhaus 1919-1923


Hoy en día Bauhaus es sinónimo de lo mismo que hace casi 100 años: simplicidad, funcionalidad y modernidad. ¿Pero, que es exactamente la Bauhaus?
La Bauhaus fue una escuela de artesanía, diseño, arte y arquitectura fundada en 1919 por Walter Gropius en Weimar, Alemania. La idea era volver a las raíces del trabajo creativo y acercar a artesanos y artistas, que en aquel tiempo tenían estatus sociales muy diferentes.



Sede de la Bauhaus en Dessau


Vista del taller de alfarería de la Bauhaus
ubicado en el establo del Castillo Dornburger (1923)


Discusión sobre trabajos presentados en el curso preliminar
de Josef Albers (Dessau, 1928-1929)


Es curioso que, a pesar de que Bauhaus, término inventado por Gropius, estuviera formado por las palabras alemanas Bau (construir) y Haus (casa), y de que su propio creador fuera arquitecto, la escuela al principio no albergaba un departamento dedicado a la arquitectura. Sin embargo parece evidente que desde sus orígenes existía un deseo de que dicha disciplina conviviera con el resto de las actividades artísticas. Tanto es así que el Manifiesto de la Bauhaus, escrito por Gropius en abril de 1919, comienza con la siguiente frase: 
¡El último fin de toda actividad plástica es la arquitectura!


La tipografía característica del edificio de la Bauhaus
en Dessau fue diseñada por Herbert Bayer


La vivienda de nuestro tiempo, Exposición de construcción (Berlín, 1931).
Vista de la casa expuesta por Ludwig Mies van der Rohe


Casa Klee. Caja de escalera en el piso superior
de la casa del maestro con pintura restaurada


La escuela estableció su sede en tres lugares diferentes a lo largo de su historia, Weimar (1919-1925), Dessau (1925-1932) y Berlín (1932-1934), debido a los problemas de financiación derivados de la delicada situación política que atravesaba Alemania. Por otra parte su organización se llevó a cabo por los tres arquitectos que la dirigieron: Walter Gropius de 1919 a 1927, Hannes Meyer de 1927 a 1930 y Ludwig Mies van de Rohe de 1930 a 1933.


Cartel de la Bauhaus diseñado por László Moholy-Nagy
en la época de Weimar


Logotipo de la Bauhaus de Dessau


Edificio de la Bauhaus en Dessau
diseñado por Walter Gropius


Personalmente creo que la etapa de la escuela Dessau es la más interesante de las tres. La propia forma del edificio de Gropius nos da una idea de la manera en que se concibió la Bauhaus. Profesores y estudiantes vivían en el mismo edificio, de manera que la influencia artística entre unas disciplinas y otras era constante. Ademas no todo era trabajo. Las labores creativas se intercalaban frecuentemente con tiempos de ocio y fiestas que a menudo se improvisaban para celebrar eventos tan dispares como la finalización de un trabajo, el nacimiento del hijo de dos estudiantes, o la concesión de la nacionalidad a un alumno. Todo podía ser objeto de celebraciones en las que se presentaban espontáneamente nuevos diseños elaborados para cada ocasión.


 Maqueta del edificio de la Bauhaus proyectado por Walter Gropius
para su sede en Dessau, ciudad donde fue trasladada la escuela en 1925


Entrada a la antigua Bauhaus tras la última remodelación en 2005
con las puertas pintadas de rojo como las originales


Interior de una de las habitaciones para estudiantes en Dessau


Estudiantes en el edificio de la Bauhaus, Dessau, alrededor de 1927


Clase al aire libre de la sección de construcciones
(a la derecha el profesor Alcar Rudelt, alrededor de 1929-1931)


En definitiva, nos gusta la Bauhaus por esa magnífica sensación que le queda a uno después de ver muchas de las aportaciones de esta emblemática escuela, en la que jóvenes sin complejos llegados de diferentes lugares tuvieron la suerte de coincidir para intercambiar ideas, investigar nuevos conceptos, crear diseños absolutamente modernos, y sobre todo disfrutar haciéndolo.


Construcción de los colores en la cuarta dimensión del espacio-tiempo
(Theo van Doesburg, 1924, tinta y guache)


Armario para un dormitorio infantil, de diseñador desconocido (1925)
está estructurado como una obra de arte De Stijl


Tetera de Marianne Brandt, 1924


Lámpara de mesa en su versión de metal
de Wilhelm Wagenfeld y Karl Jacob Jucker


Soporte para taza de té de cristal (Max Krajewski, 1924)


El juego de sillas B9 y el sillón plegable de club B4, aquí reproducción, 
formaban parte del programa de muebles diseñados por Breuer en 1925


Marcel Breuer diseñó la famosa silla de cañizo con brazos B64 (1928)
para la empresa Thonet, y el sillón con brazos tapizado en tejido B35 1928-29


Bauhaus



Información adicional sobre Bauhaus en facebook.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Glasgow School - La escuela de Glasgow (1870-1910)

Si hace unos días hablábamos de la "Wiener Werkstätte", no podemos pasar por alto la Glasgow School, que fue un circulo de influyentes artistas modernos y diseñadores que comenzaron a trabajar en Glasgow, entre los que se encontraba Charles Rennie Mackintosh, que posiblemente sea el arquitecto y diseñador que más influyó en el nacimiento del diseño moderno.

No notáis cierto aire japonés en el diseño de esta magnífica silla diseñada por Mackintosh?


Hillhouse Chair - Charles Rennie Mackintosh


Eso fue debido a que en aquella época, Glasgow tenía uno de los puertos comerciales más importantes de Europa. El resultado del agitado comercio fue que los barcos comenzaron a traer objetos diferentes a los productos normales. El país clave era Japón que, desde bien temprano, había entablado relaciones con Glasgow. Así pues, se habían dado cita una serie de factores que prepararon y nutrieron el terreno para aquellos artistas capaces de combinar Japón y Escocia en sus creaciones.


Margaret Macdonald


Charles Rennie Mackintosh


El artista, su esposa Margaret Macdonald, su hermana Frances y el marido de ésta, Herbert MacNair, constituyeron sin duda alguna un equipo cuyas tendencias estilísticas se parecían enormemente y estaban emparentadas entre sí -de ahí que el director de la "Glasgow School of Art", en la que todos estudiaron, les aconsejara que formaran un grupo, al que llamaron "The Four" - Los Cuatro. Comenzaron a colaborar en proyectos que abarcan desde carteles hasta trabajos de decoración. En 1896 el grupo participa en una exposición de la Arts & Crafts Society de Lóndres, lo que propició su lanzamiento internacional gracias a las favorables críticas, a quien impresionaron, sobre todo los muebles diseñados por Mackintosh.


Charles Rennie Mackintosh


Margaret Macdonald & Charles Rennie Mackintosh


Charles Rennie Mackintosh


Charles Rennie Mackintosh


Frances Macdonald & Herbert MacNair


Margaret Macdonald & Charles Rennie Mackintosh


Margaret Macdonald


También participaron en la VIII Exposición de la Secesión vienesa en 1900, quedando los miembros que posteriormente fundarían la "Wiener Werkstätte" totalmente fascinados con sus trabajos, viéndose claramente esta influencia en cualquiera de los diseños de los Talleres de Viena, y con ella, artistas alemanes como Behrens o el arquitecto estadounidense Wright, así como en artistas del grupo holandés De Stijl.


Información adicional sobre Glasgow School en facebook.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Hector Guimard (1867-1942)

¿Os imaginais recibir como regalo de boda un edificio por parte de vuestra pareja? 
Pues eso mismo le ocurrió a la esposa de Hector Guimard, el arquitecto y diseñador más destacado del Art Nouveau francés, quien sorprendió a su prometida con una residencia señorial (Hôtel) de estilo modernista situada en el centro de París.


 Balcón Hôtel Guimard, París (1909)


                                                Barandilla del interior del
                                                   Hôtel Guimard (1909)


Guimard vivió en una época en la que proyectar un edificio también significaba diseñar los elementos decorativos con todo lujo de detalle, y en eso era un auténtico maestro. Tanto es así que pronto alcanzó la fama y se convirtió en una verdadera celebridad. Pero a pesar de las numerosas innovaciones aportadas y a la brillantez de sus diseños, tan rápida fue su ascensión como su olvido. Prácticamente nadie le recordó cuando se produjo su muerte en la ciudad de Nueva York, a la que viajó huyendo de la guerra.



 Hôtel particulier (1922)


 Hôtel particulier (1922) - Detalle de la puerta de entrada


 Puerta en el pasillo de entrada
 de la Villa Jassedé, París (1903)


 Vidriera Castel Béranger, París


Puerta Maison Coilliot, Lille


Vidrio Techo Hôtel Mezzara, París (1909)


Sin embargo siempre nos quedará París y sus maravillosas bocas de metro como testigos de que en otra época, un hombre llamado Hector Guimard consiguió hacer del detalle la esencia de un arte nuevo. 


Métro Abbesses (1900)


Farolas - Métro Pigalle (1900)


Detalle barandilla - Métro Saint Michel (1900)


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sábado, 3 de noviembre de 2012

Wiener Werkstätte – Los Talleres de Viena (1903-1932)

Hoy os quiero hablar de lo que para mi significó el comienzo de "todo lo demás", la Wiener Werkstätte; gracias a mi profesora de diseño de interiores, Esther Meneses, me enganché perdidamente a algo que sin duda alguna ha marcado mi vida para siempre.


Logotipo de la Wiener Werkstätte


Fundada en 1903, la Wiener Werkstätte (el Taller de Viena) fue una comunidad de producción de artistas visuales. El Taller reunió a arquitectos, artistas y diseñadores cuyo compromiso fue el diseño de arte que fuera accesible para todos, no solo para los artistas, sino también para los artesanos.


Postal de la Wiener Werkstätte


La Wiener Werkstätte evolucionó a partir de la Secesión de Viena, la cual había puesto desde su fundación un especial énfasis en las artes aplicadas. Así, en 1903, el joven arquitecto Joseff Hoffmann y el artista Koloman Moser, junto con el apoyo del industrial Fritz Wärndorfer, hicieron que el Taller de Viena viera la luz del día.


Koloman Moser

Koloman Moser

Koloman Moser

Koloman Moser

Koloman Moser

Joseff Hoffmann

Joseff Hoffmann

Joseff Hoffmann

Joseff Hoffmann

Joseff Hoffmann


La Wiener Werkstätte tenía un objetivo claro, hacer de todas las facetas de la vida humana un trabajo unificado de arte. El lema de la organización era " es mejor trabajar 10 días en un producto que para la fabricación de 10 productos en un solo día."

La organización empezó a expandirse, exportando la idea de la Gesamtkunstwerk (la obra de arte total), el concepto de un entorno coordinado en el que todo, hasta la última cuchara, fuese diseñado conscientemente.


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